PERSONAS QUE VIENEN Y VAN
Infinidad de personas pasan por nuestras vidas, algunas pasan y se quedan a lo largo de la existencia, otras más, pasan y se van sin querella alguna.En ocasiones deseamos que esas personitas que trastocan la existencia simplemente regresaran y en contrapuesta quisiéramos que otras hubieran partido antes. Existen quienes aún después de haber partido dejan la huella de una gran familia, los rastros de la suerte, la incertidumbre o el rumbo de un gitano en la memoria.
Lo único cierto es que las personas modifican de alguna manera nuestra vida y en ocasiones no alcanzamos a imaginar que nosotros también modificamos la de los demás.
MIGUEL (para mi hermano)
Víctima del destino,
injusto tu pesar,
sufriste lo de otros,
mismos que copiaste
y ahora sin rumbo,
pagas cuotas no gastadas.
Viviendo con tu nombre
salvando o condenando
a los actores del pasado.
Buscas cambiar de suerte
pero recorres el mismo camino
por segunda vez;
siento tus lagrimas,
tu dolor y la soledad.
Duele y desgarra la ansiedad
compartida de volver.
Te obsequio mi orgullo
porque yo no he de cargarlo
la culpa no me pertenece
harta estoy de comprender.
Hoy te regalo el dolor,
la ausencia y las lagrimas
porque no volvere a envenenar
mi sangre con resentimiento.
Tu miedo y tu enojo
te carcomeran
cuando mires la tarde
y yo... no te pueda acompañar.
El cerebro humano es muy complicado.
Cada cabeza es un mundo.
Nunca conoces por completo a alguien.
Frases que negaba aceptar pero que hoy he de admitir cómo ciertas. Jamás lograré entender el misterio que encierra la naturaleza humana, nunca podré saber cómo alguien que dice quererte puede hacerte tanto daño y sobre todo no lograré, ni podré saber, entender o por lo menos conocer el por qué las personas no sabemos comunicarnos.
Hoy con dolor he comprobado que lo que fácil llega fácil se va, que tengo que dejarte ir para poder continuar pero que jamás olvidaré, que aún más que mi cabeza, mi corazón es un mundo; donde pesé al dolor y carencia de explicación, palabra y comunicación vivirás eternamente donde no perturbes la emoción.
Siempre existirá alguien que te lastime, alguien a quien no comprendas y alguien con quien no puedas comunicarte, pero existe por igual alguien que te hará recuperar la sonrisa, un poco la confianza pero sobre todo que te hará recordar la esperanza.
Hoy ofresco una lágrima por el fin de un ciclo, por el dolor vivido, la explicación negada, el orgullo no vencido y un adios sin remitente; regalo una noche de agradecimiento por el tiempo, los recuerdos, las risas y los sueños; por este escrito difuso, por el aprendizaje y porque siempre me queda aún desvaída, la fiel y eterna esperanza.
