domingo, febrero 26, 2006




Hoy duele tanto tu ausencia,
mi eterno complice nocturno;
mi incertidumbre ausente,
mi conflicto intermitente.

Hoy me abrazo a tu voz
acompasada de guitarra,
te grito con la luna
y me duermo sin respuesta.

Una lágrima me alcanza
mientras recorro la memoria,
entre andenes y avenidas
o tus múltiples manías.

Anhelo sentir el suspiro
del procaz viento jugando,
mas miro a mi costado
y él contigo se ha marchado.

3 Comments:

Blogger Nidesca said...

y es que la ausencia duele y marca.

no podemos evitarlo: estamos llenos de huellas profundas dejadas por el roce de esa persona especial.

bello poema.

10:52 a.m.  
Blogger Noa- said...

Las ausencias siempre duelen, pero más duele el olvido.

Gracias por tu visita a mi rincón, no necesitas pedirme permiso, por favor, vuelve siempre que puedas y quieras.

Un saludo

11:06 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

Aqui estoy, siempre y por deseo...

hola de nuevo

J

9:57 p.m.  

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