viernes, diciembre 30, 2005

Reminiscencia prohibida

No debí recordar el anhelo
lastimó saberse imposible,
al sentir el hilo invisible
y la impavidez de mi cielo.

Mi corazón quiso ignorarlo,
no imaginó sentirle vivo
a ese ayer que fuera esquivo
deseo sin sentido poder amarlo.

Eterno hubiera jamás existes
mas quisiera saberte asequible,
quizás hallarte menos deseable
en la reminiscencia de gigantes.

Como siempre, sin embargo,
callaré el tropel de emociones;
asesinaré el sentir de divagaciones
y dejaré que el tiempo se haga cargo.