viernes, diciembre 30, 2005

Reminiscencia prohibida

No debí recordar el anhelo
lastimó saberse imposible,
al sentir el hilo invisible
y la impavidez de mi cielo.

Mi corazón quiso ignorarlo,
no imaginó sentirle vivo
a ese ayer que fuera esquivo
deseo sin sentido poder amarlo.

Eterno hubiera jamás existes
mas quisiera saberte asequible,
quizás hallarte menos deseable
en la reminiscencia de gigantes.

Como siempre, sin embargo,
callaré el tropel de emociones;
asesinaré el sentir de divagaciones
y dejaré que el tiempo se haga cargo.





jueves, diciembre 22, 2005

AMOR EN EL TIEMPO

Aquél que todos tildan de fantasía
dubitativo incluso para mí,
mi hechizo nocturno, susurro de insomnio,
te abraza mi anhelo y te llora mi cuerpo.

Te escucha mi silencio
y la noche nublada te ampara;
mi corazón dolorido te cobija
en la incertidumbre del nosotros.

Eres mi amor en el tiempo…
a lo largo del tiempo,
a pesar del tiempo
y aunque el tiempo nos separe.

Guardo tu respiración
donde pierdo la conciencia
donde cronos no nos toca
y donde tu amor se apiada de mí.



lunes, diciembre 19, 2005

DESIDERATA DE LAS
DESILUSIONES


Nolición a perder la utopía
negación a dejar la dulzura
se acentúa el dedálo de la amargura
he intento no sucumbir al día.

La rutina me embiste
y la injusticia intenta desviarme
la soledad trata de acorralarme
mas la esperanza resiste.

La soledad y el vacio hieren
pero mi fe no pierde su infancia
y aunque el dolor mata en distancia
la fuerza y el compromiso no mueren.

Ensordecida ante la ira
el llanto brota desesperado
con el cielo queda enmascarado
ante el ángel que despacio mira.

Intoxicada de sufrimiento
abrazando la noche

del amor haré derroche
mientras disfruto del viento.

Anclada de mis convicciones
disfrutare las oportunidades
y no me rendire con las adversidades
aún en la desiderata de las desilusiones.





jueves, diciembre 15, 2005


Una noche más

Fue sólo una noche más,
el hechizo del licor
y la reminiscencia del amor,
pero para tí, no significo más.

Un beso vacío de sentimiento
y un brazo mío atado a tu cuerpo,
reviví la esperanza una noche;
descubriendo el sueño, desperté.

La cama guardo en secreto
la ilusión de mi pensamiento,
que quizás mañana llamarías,
y que esta vez no te alejarías.

Ahora descubro la filfa del anhelo
porque sólo fue un taciturno desvelo,
descubrí que no me amabas
para tí sólo fue, una noche más.